Día de Rock 2022: La experiencia del Rock.

El Día de Rock es uno de esos festivales que en cada edición se reinventa y ofrece una nueva experiencia, ya lo habíamos visto en la experiencia del 2020 cuando tuvimos como medio la primera experiencia de participar en el evento (de eso hablaremos un poco más tarde), en ese momento el festival contaba con dos escenarios y uno de ellos era giratorio lo que ayudaba a que la energía del público no se apagara. El año pasado en medio de la pandemia el festival lanzó una versión online que contó con una gran implementación de tecnología para mejorar la experiencia del asistente.

Siendo así y con el anuncio de la realización del festival en el Salitre Mágico, las expectativas subían, llegaron los anuncios de las bandas y la creación de un espacio como el mundial de bandas cumplirán con el objetivo de mantener las expectativas altas.

13 de agosto... Era la fecha, lo que muchos del parche roquero que ya no solo queremos la música en vivo sino toda una experiencia en vivo estábamos esperando.

Para poderlo disfrutar de la mejor forma y poder apreciar cada elemento el staff delegado por Migrant Press llegó temprano, incluso antes de que las bandas empezarán a tocar y pudo compartir con varios de los patrocinadores del festival y lo que habían preparado.

Y es que al final de cuentas, eso es lo que se busca en estos espacios, ese ingrediente adicional que hace del festival algo único, pero ahora vamos al plato fuerte... ¡La música! ¡Las bandas en vivo!

Algunos tenían algo de temor con la cancelación en último momento de dos de los headliners por circunstancias ajenas a la organización, sin embargo, aún en esa dificultad se evidenció la organización al pronunciarse con un comunicado oficial para tratar el asunto. Llegados al evento hay que decirlo, las bandas que se presentaron tenían un porque y más aún, tenían toda la motivación y energía para hacer del escenario parte de sí y esto trasmitirlo al público, con una variedad de ritmos entre el indie rock, el ska, el hardcore y el metal, cada banda supo darse su lugar y presentar su propio sonido para que el público los aceptase y se unieran en una mística propia solo de los buenos conciertos.